Y EN AGOSTO, LA FERIA DE MÁLAGA
Seis millones de visitantes en 2008, muchos venidos del extranjero, avalan a la Feria de Málaga como, probablemente, la fiesta estival más importante del sur de Europa. Desde el viernes 14 al domingo 23 de agosto, los malagueños disfrutarán de conciertos, programa taurino y diversión por las calles y la playa en conmemoración de su incorporación a la Corona de Castilla por los Reyes Católicos (1487).
Si tienes pensado acudir conviene que reserves vuelo con antelación suficiente para no sufrir el previsible encarecimiento de última hora.
Todo empieza a las doce de la noche, con el pregón leído en las playas de la Malagueta (esta semana se dará a conocer el no,mbre del pregonero escogido), al que sigue un espectáculo pirotécnico de una hora de duración que combina fuegos artificiales y música. Las masas de malagueños y turistas asisten ansiosos por empezar la diversión, bailar las clásicas verdiales (fandangos) y malagueñas, y probar al aire libre (los bares suelen sacar barras a la calle) la rica variedad de finos, rebujitos y otros caldos, como el local Cartojal (moscatel dulce muy frío). Los biznagueros intentarán hacer su agosto -nunca mejor dicho- vendiendo biznagas, ramilletes de jazmines cuidadosamente elaborados en forma de bola para espantrar a los mosquitos.
A las once de la mañana del primer sábado, el paseo central del parque, situado entre el Ayuntamiento y el puerto y artísticamente iluminado para la ocasión, es el punto de reunión para los participantes en la romería que se dirigirá hasta el santuario de Nuestra Señora de la Victoria, la patrona de la ciudad: peregrinos y romeros, en un andalucísimo ambiente de caballos y carretas, asistirán a su llegada a una tradicional misa campera.
Dos son los escenarios donde se desarrolla la fiesta. Uno es la llamada Feria del Centro, diurna y vertebrada por la calle Marqués de Larios. El parque y la plaza de la Marina albergan los escenarios más importantes, donde se desarrollarán conciertos y programas de baile flamenco, aunque hay más repartidos por el callejero. La otra, el Real de la Feria, es nocturna y se vive en el Cortijo de Torres, junto al Palacio de Congresos, donde se reúnen peñas y cofradías en cerca de doscientas casetas. Una parte de este recinto se reserva para la juventud. Desde este lugar se terminan oficialmente los festejos, aunque este año no se hará con fuegos artificiale como es habitual porque la crisis económica ha obligado a hacer recortes presupuestarios.
No olvides que, si eres aficionado, la plaza de toros de La Malagueta acoge en estas fechas una de las ferias taurinas más prestigiosas de España.
Reservar hotel en la ciudad te permitirá disfrutar hasta el último minuto de la noche. Hazlo con tiempo, pues el año pasado la ocupación llegó al 85%.
Si tienes pensado acudir conviene que reserves vuelo con antelación suficiente para no sufrir el previsible encarecimiento de última hora.
Todo empieza a las doce de la noche, con el pregón leído en las playas de la Malagueta (esta semana se dará a conocer el no,mbre del pregonero escogido), al que sigue un espectáculo pirotécnico de una hora de duración que combina fuegos artificiales y música. Las masas de malagueños y turistas asisten ansiosos por empezar la diversión, bailar las clásicas verdiales (fandangos) y malagueñas, y probar al aire libre (los bares suelen sacar barras a la calle) la rica variedad de finos, rebujitos y otros caldos, como el local Cartojal (moscatel dulce muy frío). Los biznagueros intentarán hacer su agosto -nunca mejor dicho- vendiendo biznagas, ramilletes de jazmines cuidadosamente elaborados en forma de bola para espantrar a los mosquitos.
A las once de la mañana del primer sábado, el paseo central del parque, situado entre el Ayuntamiento y el puerto y artísticamente iluminado para la ocasión, es el punto de reunión para los participantes en la romería que se dirigirá hasta el santuario de Nuestra Señora de la Victoria, la patrona de la ciudad: peregrinos y romeros, en un andalucísimo ambiente de caballos y carretas, asistirán a su llegada a una tradicional misa campera.
Dos son los escenarios donde se desarrolla la fiesta. Uno es la llamada Feria del Centro, diurna y vertebrada por la calle Marqués de Larios. El parque y la plaza de la Marina albergan los escenarios más importantes, donde se desarrollarán conciertos y programas de baile flamenco, aunque hay más repartidos por el callejero. La otra, el Real de la Feria, es nocturna y se vive en el Cortijo de Torres, junto al Palacio de Congresos, donde se reúnen peñas y cofradías en cerca de doscientas casetas. Una parte de este recinto se reserva para la juventud. Desde este lugar se terminan oficialmente los festejos, aunque este año no se hará con fuegos artificiale como es habitual porque la crisis económica ha obligado a hacer recortes presupuestarios.
No olvides que, si eres aficionado, la plaza de toros de La Malagueta acoge en estas fechas una de las ferias taurinas más prestigiosas de España.
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