La certeza, la escuela y la duda


Buda estaba reunido con sus discípulos cierta mañana, cuando un hombre se aproximó.

- ¿Existe Dios? -le preguntó.

- Existe -respondió Buda.


Después del almuerzo se aproximó otro hombre:

- ¿Existe Dios? -quiso saber.

- No, no existe -dijo Buda.


Al caer la tarde, un tercer hombre hizo la misma pregunta:

- ¿Existe Dios?

- Usted tendrá que decidir -respondió Buda.


Cuando el hombre se marchó, un alumno comentó indignado:- Maestro, ¡qué absurdo! ¿Cómo da usted respuestas diferentes para la misma pregunta?


Porque son personas diferentes, y cada una llegará a Dios por su propio camino. El primero confiará en mi palabra. El segundo hará todo para probar que estoy equivocado. Y el tercero sólo cree en aquello que es capaz de escoger por sí mismo.

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